Mujima, cuento japonés de terror - Yakumo Koisumi

Mujima, cuento japonés de terror

Una vida sin alcohol ni drogas es más sana para ti, tu familia y la sociedad

Cuento de terror del antiguo Japón, de Yakumo Koisumi. De "Narraciones Terroríficas", antología de cuentos de misterio, Vol.I, Ediciones Acervo, Barcelona, 1968, 3era edición. Publicado por Roger Callois en 60 Récits de Terreur, Le club français du livre, París. Página 1

En el camino de Akasaka, cerca de Tokyo, hay una colina, llamada Kii-No-Kuni-Zaka, o "La Colina de la provincia de Kii". Está bordeada por un antiguo foso, muy profundo, cuyas laderas suben, formando gradas, hasta un espléndido jardín, y por los altos muros de un palacio imperial.

Mucho antes de la era de las linteranas y los jinrishkas, aquel lugar quedaba completamente desierto en cuanto caía la noche. Los caminantes rezagados preferían dar un largo rodeo antes de aventurarse a subir solos a la Kii-No-Kuni-Zaka, después de la puesta de sol.

¡Y eso a causa de un Mujima que se paseaba!

El último hombre que vio al Mujima fue un viejo mercader del barrio de Kyôbashi, que murió hace treinta años.

He aquí su aventura, tal como me la contó:

Un día, cuando empezaba ya a oscurecer, se apresuraba a subir la colina de la provincia de Kii, cuando vio una mujer agachada cerca del foso... Estaba sola y lloraba amargamente. El mercader temió que tuviera intención de suicidarse y se detuvo, para prestarle ayuda si era necesario. Vio que la mujercita era graciosa, menuda e iba ricamente vestida; su cabellera estaba peinada como era propio de una joven de buena familia.

- O-Jochú (1) - saludó al aproximarse-. No llore así.. Cuénteme sus penas... me sentiré feliz de poder ayudarla.

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(1) Título de cortesía que se emplea para una señorita a la que no se conoce y que equivale a distinguida señorita.

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